El/la Cuidador/a de Personas Mayores cumple un rol fundamental en el acompañamiento, asistencia y bienestar diario de adultos mayores, ya sea en domicilios particulares, residencias geriátricas, clínicas o centros especializados. Su labor combina atención física, emocional y social, con foco en la empatía, el respeto y el cuidado integral.

Dependiendo del estado de salud y autonomía de la persona a cuidar, las tareas pueden variar desde actividades simples de compañía hasta asistencia total en higiene, alimentación y movilidad.

👵 Principales tareas del cuidador/a:

• Asistencia en la higiene personal: baño, cambio de ropa, cuidado de la piel, afeitado o peinado.
• Ayuda en la alimentación: preparación de comidas saludables, control de dietas y administración de alimentos.
• Supervisión en la toma de medicamentos: horarios, dosis y almacenamiento correcto.
• Acompañamiento emocional: mantener charlas, realizar paseos, leer, ver películas o simplemente brindar compañía afectiva.
• Movilización: ayuda para levantarse, acostarse, sentarse o caminar. Uso de sillas de ruedas, andadores o bastones.
• Tareas livianas del hogar: limpieza básica del cuarto del paciente, cambio de sábanas, lavado de ropa personal.
• Asistencia en trámites o acompañamiento a turnos médicos, si se solicita.

🏠 Modalidades de trabajo:

• Interno/a con cama (viviendo en el domicilio, jornada extendida).
• Por horas (turno mañana, tarde, noche o fines de semana).
• Acompañante terapéutico o especializado, en instituciones.

✅ Requisitos frecuentes:

• Experiencia previa comprobable en cuidado de adultos mayores.
• Formación básica en primeros auxilios o gerontología (valorable).
• Paciencia, empatía, discreción y vocación de servicio.
• Responsabilidad y puntualidad.
• Capacidad para actuar en situaciones de emergencia.

🧠 Habilidades valoradas:

• Comunicación clara y respetuosa.
• Organización de rutinas diarias.
• Atención a señales de malestar o síntomas médicos.
• Fomento de la autonomía en lo posible.
• Confianza por parte de la familia o del paciente.

El trabajo de cuidador/a no solo implica tareas prácticas, sino también brindar contención emocional a quienes pueden sentirse solos o vulnerables. Es una ocupación que requiere sensibilidad humana, constancia y compromiso con la dignidad de los adultos mayores.